viernes, 21 de marzo de 2014

Avanzar no evejece


Usted ve en la mirada del otro un respeto especial, un desencuentro en el trato, barreras invisibles, ya no es Tu, es Usted..

Usted ve distancias escondidas en los gestos, en detalles imperceptibles que solo te dejan como opción responder como uno cree que el otro espera. Esperas que no esperan, que te dejan sólo pensando donde estarán todos esos deslumbrantes caminos de sonrisas que ahora son invisibles o lejanos.

Es cuando Usted entiende porqué la vista se pierde con la edad o si es que simplemente has llegado a ese mágico momento de la vida en el que es uno el que se pierde de la vista de los demás, se cae de los ojos de la juventud, y comienza la ceguera de la vejez.

Quizás sucede que el niño que llevas dentro decide callar por vergüenza o por silencio o por olvido o por no haberlo cuidado lo suficiente cuando era el momento, por haberle enseñado a jugar como un adulto en vez de soltarlo en el parque de las ilusiones para que libre nunca pudiera perder el camino hacia la voz.

Aun así en las distancias disfruto de la belleza juvenil de los paisajes que cuelgan frente a mi como cuadros en un museo. ¿Será que hay que ir al oculista para que la vida no te ceda el paso y los jóvenes no te dejen el asiento cuando aun quieres estar de pie?...

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