
Sobre las lunas del puerto y tardes de cafetín
con la fuerza primitiva de sus manos,
deliraban burdeles y poemas,
poemas con forma de sonrisa,
burdeles con el rouge pintarrajeado en sus labios,
luces buenas y malas acampaban en el aire,
en él,
brillaban como miles de monedas de oro.
A veces,
parecía que todos los barcos del sur
partían con su nombre,
y lúgubre,
lo sentenciaba todo.
Pero se quedó,
y sus poemas horadaron montañas,
y crearon fuentes de vida,
y en sus grietas se derramaron canales de vino
y noches junto al mar.
Entonces dijo:
- Descolgad la luna del reflejo que ilumina tu ventana
ya que no hay más sur,
que el camino que ilumina tu mirada.
con la fuerza primitiva de sus manos,
deliraban burdeles y poemas,
poemas con forma de sonrisa,
burdeles con el rouge pintarrajeado en sus labios,
luces buenas y malas acampaban en el aire,
en él,
brillaban como miles de monedas de oro.
A veces,
parecía que todos los barcos del sur
partían con su nombre,
y lúgubre,
lo sentenciaba todo.
Pero se quedó,
y sus poemas horadaron montañas,
y crearon fuentes de vida,
y en sus grietas se derramaron canales de vino
y noches junto al mar.
Entonces dijo:
- Descolgad la luna del reflejo que ilumina tu ventana
ya que no hay más sur,
que el camino que ilumina tu mirada.
Bellísimo Ale!!!
ResponderEliminarGracias poeta!!!