Me hicieron recordar las palabras de un viejo amigo italiano acerca de su experiencia en la Segunda Gurra Mundial en el bando de Mussolini, "los españoles eran intratables, desobedientes y valerosos, en las trincheras no había manera, si tenían granadas las tiraban, si tenia balas las agotaban, vi a uno tirarles con el zapato, no rehuían nunca una pelea, nunca se echaban para atrás".
De si había conciencia nacional, no puede determinarse a ciencia cierta, lo que sabemos por los datos históricos es que en ese mismo momento, en Cádiz, el Rey Fernando VII negociaba la entrega de los territorios ocupados ajeno al navajismo que se vivía en la Villa. Por otro lado del "carácter español" (a muchos no le gustará lo de "español"), que sí es un rasgo característica en TODOS los habitantes de la península, expresado de diferentes maneras y en diferentes idiomas, sí tenemos múltiples antecedentes. He escogido tres.
Lo primero que me viene a la mente son los temibles Íberos, falange central del ejército de Alejandro Magno durante las III Guerras Púnicas, temidos por su valor y crueldad, destacaba su arma principal, la falcata, de punta en curva hacia delante cuyo fin no era cortar, sino arrancar.
En 1958, el asedio de Breda por los tercios españoles en el marco de la Guerra de Flandes, felizmente recordada por nuestro queridísimo Alatriste esta plagada de historias de bravura, la reciente película es una leve muestra de la situación de carencia y abandono en que estaban allí apostadas las tropas.
Luego recuerdo las palabras de un viejo amigo italiano acerca de su experiencia en la Segunda Gurra Mundial en el bando de Mussolini, "los españoles eran intratables, indisciplinados y valerosos, en las trincheras no había manera, si tenían granadas las tiraban, si tenia balas las tiraba, vi a uno tirarles con el zapato, jamás rehuían nunca una pelea, nunca se echaban para atrás". Las batallas durante la Guerra Civil son también una lamentable referencia de este coraje.
“La épica jornada de Madrid ha sido trastornada por su propio mito. La gente que salió a combatir lo hizo por su cuenta y riesgo. Fue el pueblo humilde quien se hizo cargo, a tiros y puñaladas, de una soberanía nacional de la que se desentendían los gobernantes. La relación de víctimas prueba quiénes se batieron realmente: chisperos, manolas, rufianes, mozos de mesón, albañiles, presidiarios, carpinteros, mendigos, modestos comerciantes. El 2 de Mayo fue menos un día de gloria que un día de cólera popular que apenas duró cinco horas. Eso limita el ámbito inicial del mito, pero engrandece la gesta. Además, hizo posible lo que vino después: una epopeya nacional extraordinaria. Aquella jornada callejera, con sus consecuencias, dio lugar al 3 de mayo. Y a partir de ahí, de modo espontáneo y solidario, una nación entera se confirmó a sí misma sublevándose contra la invasión extranjera, y arrastró a los tibios, a los indecisos y a muchos de los que, por sus ideas avanzadas, estaban más cerca de los invasores que de los invadidos”. Arturo Perez- Reverte.Quizás no sea políticamente correcto decir que las revueltas actuales de los jóvenes en el 2 de mayo en la Plaza 2 de Mayo, tengan que ver más con ese “espíritu nacional”, que esa presunta “conciencia nacional” incipiente que algunos quieren hacernos ver.
Y por cierto para terminar de encender la chispa, me aclaro en un punto, aunque no les guste muchos, insisto en esto, para un extranjero, el “carácter español” es igual en cualquier rincón que se mire, con cualquier idioma que se hable, algunos serán mas fríos, otros irónicos, otros querellante, otros amarretes, pero vamos, que no falten gritos ni tortilla, que es así es así.
Saludos
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